Las raíces del comercio marítimo de
Sagunto, se pueden encontrar en el seno de las civilizaciones
iberas y romanas que allí estuvieron asentadas, existiendo vestigios arqueológicos que acreditan su importancia. El puerto actual, tiene su origen en la autorización administrativa otorgada el 11 de agosto de 1902 a la Compañía Minera de Sierra Menera, para construir un embarcadero en la
playa de Sagunto para la carga de minerales procedentes de sus minas de Ojos Negros y Setiles, en
Teruel. Han habido varios puertos de
Sagunto, en este momento quedan dos: El Puerto de
Sagunto y El Grao. Pero los restos que aparecieron durante el siglo IXX, en el margen norte del Rió y este de la ciudad, área mas conocida como: Camino de Canet o partida de Montiber, testimoniados por el Cronista Chabret en su obra: Historia de
Sagunto y sus monumentos, ratifican las afirmaciones de Tito Libio, cuando afirma que los barcos Romanos Llegaron a las proximidades de la ciudad navegando. Los restos testimoniados por el mencionado cronista eran provenientes de un área de manipulación, depósito y tráfico de mercancías, la cual se encontraría en dicha época junto al área navegable mencionada por Libio, autor por cierto de época más contemporánea con los sucesos de las guerras punicas, el cual tuvo contacto con los veteranos de dichas guerras. Por otra parte, en el Siglo IIXX el Doctor palos, “pionero de la arqueología en
Sagunto” investigo las áreas mencionadas por Libio y Estrabon y pudo hallar restos de pavimento del templo de Venus-Afrodita y de los muros de piedra labrada de la escollera donde atracaban los barcos del antiguo puerto militar de
Sagunto, en la actual zona de los estanques de Almenara. Hay que añadir que el topónimo “Almenara” significa en lengua Árabe “torre que ilumina”, ósea, “Faro”, nada extraño dada su ubicación próxima al puerto.